martes, 27 de septiembre de 2011

Cuando al punto final de los finales no le quedan puntos suspensivos

Finalmente ocurrio. Eran las 17hs del dia 26 de septiembre y se que es una fecha que queda grabada por el resto de mis dias. Subiamos al segundo piso de la clinica por ascensor y hubiera jurado que me hubiese gustado que el ascensor se parara algunos minutos para poder entender lo que estaba pasando.
Pasabamos en grupos de a dos y ya estabamos en la unidad de cuidados intensivos. Caminar los 12 pasos hasta su cama fue como caminar a Lujan. Ahi estaba....ya no era la misma que habia visto el viernes...no era su mejor semblante, ni su mejor cara, apenas podia valvucear mientras mi tia la tocaba la frente.
En todo momento quizo hablar...solo que hilo algunas palabras. Sus ultimas palabras a mi fueron: no llores!. Hubiera querido cumplir el mandato pero el corazon se me salia por la boca, casi ni podia respirar, era todo nublado, todo confuso....estabamos todos ahi como si se hubiera juntado la peregrinacion a alguna catedral. Pero no....
Hasta su ultima hora de vida mantuvo unida a la familia. Pasaba en grupos de a dos a verle la cara y ya sabiamos con certeza que quiza seria el ultimo dia...
A las 18hs del 26 de septiembre del 2011 supe que la vida tenia que cambiar, que no seria la misma ni yo, ni mis miedos. Que ya no volveria a escucharle la voz a una de las personas con mas paz y sinceridad que escuche. Que probablemente cruzar la puerta de su casa y no encontrarla tomando mate sentada en la mesa de siempre iba a ser un puñal. Que lo que se esta por perder o lo que va a perder la vida se transforma en la certeza de cuidar tanto el presente que se tiene y vivir el dia como si fuera el ultimo porque todo el tiempo estas sometido a pruebas...
Me quede con el "no llores" pero todavia se me hace muy dificil cumplir su mandato!

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